
Todavía se mantiene el mito del "software libre" (entiéndase Linux), como algo de segunda categoría en relación al "software privativo" (léase Windows), por parte de muchas personas que son "expertas" en el uso de un PC.
En esta entrada voy a desmitificar algunas de esas aseveraciones, que aún circulan, atribuidas al software libre:
1.- "No es fácil de utilizar".
Eso quizá se podía argumentar hace algunos años (que en este mundo de las TICs equivalen a algunos lustros), cuando había que utilizar multitud de comandos desde la consola.
En la actualidad, la manera de interactuar con la interfaz de un programa, basado en software libre, es equivalente a la forma en que lo hacemos con el popular Windows.
2.- "Es de menor calidad que los programas privativos".
Si esa afirmación fuese cierta, ¿lo usarían empresas del tipo?:
Salvando el mundo de los videojuegos, en el que también se está avanzando, para el resto de programas que cualquiera podemos utilizar en nuestro ámbito privado, siempre vamos a encontrar aplicaciones que pueden sustituir a las que ya manejamos, por ejemplo:
Los programas basados en software libre suelen permitir abrir y modificar nuestros archivos, generados con software privativo, por lo que podemos seguir usándolos.
Además podemos citar algunas ventajas cuando utilizamos software libre:
1.- El derecho a usar software como un bien universal, por encima de un producto comercial, que excluye a quien no puede adquirirlo (o lo criminaliza cuando usa copias ilegales).
2.- Filosofía de trabajo colaborativo en su diseño.
3.- Derecho al uso de programas y distribución de los mismos, sin problemas de licencias.
4.- El código fuente, en el que están escritos los programas, es accesible para cualquiera, lo que permite compartir el conocimiento entre diversos grupos y seguir innovando partiendo de lo ya realizado. Esto que es normal en el mundo científico, no es posible con el software propietario.
5.- "Tener un traje a medida" en lugar de un "Prêt-à-porter". Las diferentes distribuciones de Linux se adaptan a las necesidades que nos pueden surgir tanto en el mundo empresarial como en el privado.
6.- Uso de formatos de archivos abiertos.
7.- Beneficia a las pequeñas empresas locales en lugar de a grandes grupos multinacionales.
8.- En el mundo laboral, empieza a ser un plus para quien domina Linux, además de Windows.
Existen muchos más argumentos, pero, con sólo estos, pueden servir para cuestionar la posición que mantenemos ante el software libre.
Además podemos experimentar utilizando las versiones Live CD, en las que se suelen presentar la mayoría de las distribuciones de Linux.
Otra opción es instalar las versiones realizadas para Windows. También podemos compatibilizar en nuestro PC, Windows y Linux (bajo un arranque dual o utilizando una máquina virtual).
En resumen que ya no tenemos excusas para no probar Linux y, parafraseando al conocido spot publicitario:
"Busque, compare y si encuentra algo mejor y además es gratis,... por qué sigues pagando".
Saludos,
José Manuel
En esta entrada voy a desmitificar algunas de esas aseveraciones, que aún circulan, atribuidas al software libre:
1.- "No es fácil de utilizar".
Eso quizá se podía argumentar hace algunos años (que en este mundo de las TICs equivalen a algunos lustros), cuando había que utilizar multitud de comandos desde la consola.
En la actualidad, la manera de interactuar con la interfaz de un programa, basado en software libre, es equivalente a la forma en que lo hacemos con el popular Windows.
2.- "Es de menor calidad que los programas privativos".
Si esa afirmación fuese cierta, ¿lo usarían empresas del tipo?:
- Escuderías de Fórmula 1: Ferrari, McLaren o Renault.
- Teléfonos móviles: que usan como sistema operativo Android (basado en Linux).
- Otros dispositivos portátiles: MeeGo (unión de Nokia e Intel).
- Productoras cinematográficas para crear efectos de animación: Disney, Pixar, DreamWorks, Sony Pictures,...
- Administraciones autonómicas españolas.
Salvando el mundo de los videojuegos, en el que también se está avanzando, para el resto de programas que cualquiera podemos utilizar en nuestro ámbito privado, siempre vamos a encontrar aplicaciones que pueden sustituir a las que ya manejamos, por ejemplo:
- Mozilla Firefox, para navegar por Internet.
- OpenOffice, como suite ofimática.
- GIMP, como editor de imágenes.
- VLC, como reproductor multimedia.
- Wikipedia, como enciclopedia online.
Los programas basados en software libre suelen permitir abrir y modificar nuestros archivos, generados con software privativo, por lo que podemos seguir usándolos.
Además podemos citar algunas ventajas cuando utilizamos software libre:
1.- El derecho a usar software como un bien universal, por encima de un producto comercial, que excluye a quien no puede adquirirlo (o lo criminaliza cuando usa copias ilegales).
2.- Filosofía de trabajo colaborativo en su diseño.
3.- Derecho al uso de programas y distribución de los mismos, sin problemas de licencias.
4.- El código fuente, en el que están escritos los programas, es accesible para cualquiera, lo que permite compartir el conocimiento entre diversos grupos y seguir innovando partiendo de lo ya realizado. Esto que es normal en el mundo científico, no es posible con el software propietario.
5.- "Tener un traje a medida" en lugar de un "Prêt-à-porter". Las diferentes distribuciones de Linux se adaptan a las necesidades que nos pueden surgir tanto en el mundo empresarial como en el privado.
6.- Uso de formatos de archivos abiertos.
7.- Beneficia a las pequeñas empresas locales en lugar de a grandes grupos multinacionales.
8.- En el mundo laboral, empieza a ser un plus para quien domina Linux, además de Windows.
Existen muchos más argumentos, pero, con sólo estos, pueden servir para cuestionar la posición que mantenemos ante el software libre.
Además podemos experimentar utilizando las versiones Live CD, en las que se suelen presentar la mayoría de las distribuciones de Linux.
Otra opción es instalar las versiones realizadas para Windows. También podemos compatibilizar en nuestro PC, Windows y Linux (bajo un arranque dual o utilizando una máquina virtual).
En resumen que ya no tenemos excusas para no probar Linux y, parafraseando al conocido spot publicitario:
"Busque, compare y si encuentra algo mejor y además es gratis,... por qué sigues pagando".
Saludos,
José Manuel